viernes, 26 de febrero de 2016

¿Por que se Ahogo Munera?






Todo de reduce a un tonto calculo político  basado en el sectarismo y la mezquindad.

¿Por que en el sectarismo?.

Por que el señor ex consejal al parecer, idealizo en su mente que el es una  especie de versión costeña, del senador Jorge Robledo(el pelo de burra) el tipo en su gestión hizo una aceptable emulación del congresista por el POLO, empezando por que se oponía sistemáticamente a todo, excusándose en el manual puritano marxista en que se basa el MOIR, también hacia en los mejores debates, denuncias, basados en argumentos documentados etc... Y al igual que el señor pelo de burra en el congreso, a la hora de realizar acciones concretas NADA, el presunto aspirante a pelo de pollino, penso que esa bonita "función" se convertirían en votos... Grave error,  no calculo las ansiedades estomacales y la poca gratitud del votante promedio.  


¿Por que en la mezquindad?
   
Por que cuando se debía elegir he impulsar un candidato aspirante para la alcaldía por POLO y al igual como funciono Munera en el consejo, se opuso a todo y no solo se limito a eso con su rancio MOIR presuntamente bloqueo  cada una de las posibles candidaturas, al indígena,"al afro", al  sindicalista, al comunista a TODOS... Utilizando otra ves una excusa sacada del manual de no hacer ni dejar hacer nada de Robledo  "ninguno es lo suficiente mente puro he inmaculado en el marxismo solo yo"... Calculando que con su "Show" en el concejo era suficiente para tener su votación asegurada y que de ñapa   se evitaba repetir una  disputa como la que tuvo con ex candidato a la Alcaldía Wilson Borja (el man del sombrero) por la jefatura del POLO en Cartagena, Fatal Error.

Todos saben la función del candidato a la alcaldía por el POLO no es tomar la alcaldía, ellos no le apuntan a eso, la verdadera función del candidato por esa colectividad es, aprovechar que toda la atención  puesta sobre esa disputa,  para promover sus listas de consejo, asamblea y JAL, por lo general con una actitud revoltosa que promueve el debate lo cual es sano para la democracia. Ese componente de agitación falto en las pasadas elecciones y como consecuencia, no hubo debate, nadie conoció la propuesta alebrestadora del POLO, pocos conocieron sus listas y esos 10 mil a 12 mil votos que históricamente sacaba el candidato de izquierda a la alcaldía se perdieron, muchos de los cuales se endosaban a los candidatos de las listas asegurando sus poquitas pero consistentes credenciales
    
Así pues Señores es como se hace todo lo posible para perder unas curules que eran casi seguras... Recuerden el secreto es el sectarismo y la mezquindad.


German Serrano. Ciudadano Común y Corriente. 

NOTA: Es innegable que Munera sobresalía entre sus compañeros de recinto, Pero Claro, en reino de ciegos el tuerto es el rey.  
















domingo, 7 de febrero de 2016

Una nueva política de agua potable y saneamiento básico para Colombia




Una nueva política de agua potable y saneamiento básico para Colombia

Por Gustavo Petro

Hace poco la Revista Semana titulaba que el actual alcalde de Bogotá había pagado una multa de cerca de $20.000 millones, impuesta por la Superintendencia de Industria y Comercio, SIC a la Uaesp, por el error del alcalde Petro en su política de aseo.

El titular tendencioso de revista Semana, http://www.semana.com/…/penalosa-pago-multa-de-basur…/458977 ocultaba un profundo problema de los servicios públicos esenciales de Colombia, que la revista no osó preguntarse.

¿Por qué la SIC impone una multa a una empresa de servicios públicos? ¿Porque rompió la libre competencia? Acaso la SIC no tiene que ver con la Industria y el Comercio, mientras los Servicios Públicos tienen que ver es con los derechos fundamentales de los colombianos y son un fin esencial del Estado? Y si los servicios públicos son la garantía de derechos fundamentales como el agua potable y el saneamiento básico, de donde acá nuestras normas dicen que se rigen exclusivamente por la libre competencia?

¿Acaso el mercado garantiza los derechos fundamentales?
Eso no es lo que dice nuestra Constitución, tal criterio, propio de las versiones más radicales de la Escuela de Chicago, es portador de un neoliberalismo fundamentalista que no se aplica en ningún lugar del mundo.

Porque si bien actores privados pueden ayudar a garantizar un derecho fundamental para la población, el Estado es esencial en esa garantía.

Y ese es el criterio que expresa nuestra Constitución y no es un error de un alcalde el aplicarla.
El que la SIC sea la que multe a una empresa de servicios públicos esenciales para la población y a sus directivos y no la Superintendencia de Servicios es un exabrupto y la ruptura del orden constitucional, pero que multe una empresa pública de agua potable y saneamiento básico es peor, atenta contra la vida.

La garantía de un derecho fundamental y esencial a la vida, como es el agua potable y el saneamiento básico, consagrado así por las Naciones Unidas, no puede ser tratado como si tratase de un mercado de gaseosas o de tinte para el cabello.

Por eso fue admitida la demanda de nulidad por la Justicia administrativa contra las decisiones que impusieron esas multas.

Entonces por qué Peñalosa se adelanto a pagarlas y no se puso en la defensa del Distrito ante tamaño acto de arbitrariedad?
Las razones son estas:
El superintendente Robledo, es amigo de los abogados de las empresas privadas de aseo y agua potable, y al mismo tiempo es ficha política del Vicepresidente de la República, Germán Vargas Lleras quien también es amigo y ha sido financiado por los dueños de estas empresas privadas de contratistas.
La acción de Robledo, que inició el proceso de multa, estando inhabilitado, y el del superintendente ad hoc, quien estaba bajo investigación del procurador Ordoñez, buscó que una vez terminados los contratos de concesión de los empresarios privados del aseo en Bogotá como si nada, continuaran.
Era una defensa del interés particular de un grupo empresarial ligado estrechamente al Vicepresidente de la República. La SIC como varios organismos de control, vienen siendo utilizados por el vicepresidente como una policía política.

Si los empresarios son amigos del vicepresidente no son investigados en la SIC, si no lo son, sí. Por esta misma razón en la fiscalía se investigó a los amigos del cartel de la contratación de Samuel Moreno, pero no a los amigos de Vargas Lleras.

Pero estos hechos que desconoce la Revista Semana, bajo su titular de “error del alcalde Petro” tocan temas aún más profundos.

Los concesionarios privados del aseo en Bogotá, son al mismo tiempo los mayores contratistas de agua potable y saneamiento básico de Colombia, de la electricidad, e incluso de vías de la 4G del país.
Se trata de un verdadero cartel de la contratación protegido bajo el Poder del Vicepresidente y la desidia del Presidente Santos.

Peñalosa paga la multa porque le debe favores a Cambio Radical y a Vargas Lleras, y porque lo guía un odio a todo lo que signifique Bogotá Humana, no porque tuviera la obligación de hacerlo o porque ya la justicia dijera que no tuvimos razón. Los procesos hasta ahora inician.
Pero el país está en una situación dramática de escasez de agua por procesos climáticos desencadenados por el sobrecalentamiento del Océano Pacífico, comparado con sus promedios históricos. Millones de personas están siendo golpeadas por otro silencio de la Revista: El Cambio Climático producido por el ser humano.

Como es que la SIC busca debilitar financieramente a las empresas públicas de agua y saneamiento básico, cuando son estas las únicas que pueden mitigar los efectos de la sequía en grandes zonas del país? Es más importante proteger el interés de cuatro empresarios que el de millones de personas?
¿No muestra esta acción, como la de mantener la privatización de las aguas del Rio Ranchería, la venta de los embalses de Isagen, la postura de Santos contra el Metro de Bogotá y su Reserva Forestal del Norte, el sabotaje al primer POT de adaptación al cambio climático: el de Bogotá, la utilización del agua en minería y petróleo, la concesión de áreas para minería en lugares estratégicos para el ambiente, una profunda ignorancia del gobierno nacional sobre el principal problema de la humanidad hoy: el cambio climático?

El plan presentado por Colombia para mitigar emisiones de gases efecto invernadero: dióxido de Carbono, CO2, gas Metano CH4, monóxido de nitrógeno N2O, ha sido un fracaso.
Al imponerse metas conservadoras, el plan colombiano, como el de la mayoría del los países de la COP 21, determinaron un crecimiento para el 2050 de 3 grados centígrados promedio para todo el mundo respecto a la temperatura de la época preindustrial. Una catástrofe planetaria.
La COP demandó a los países ser más audaces para el mes de abril y hacer nuevos planes. El presidente Santos no discute públicamente lo que sería el nuevo plan, aunque la Bogotá Humana si lo hizo.
Un plan más audaz implica una política de ubicación poblacional diferente de aquí progresivamente al 2050, la electrificación de los sistemas de transporte, lo cual prioriza ferrocarriles, tranvías y metros, y no autopistas concesionadas y BRT urbanos, una agricultura diferente que cultive alimentos y no combustibles y no use abonos en base a Nitrógeno, una política de arborización agresiva, Bogotá por ejemplo debe sembrar un millón de árboles al año, una nueva política energética que sustituya termoeléctricas y gas domiciliario, por energías limpias como la solar, y ojo, una política diferente respecto al agua y el saneamiento básico.

Si el agua se torna escasa en regiones, su uso debe priorizar el consumo humano y el de la naturaleza y la producción de alimentos. Tanto Uribe como Santos han priorizado la minería y la producción de combustibles por encima de las necesidades vitales. La Guajira y sus niños muertos son el efecto de esa política irracional.

El agua, desde la perspectiva de la adaptación al cambio climático, y el saneamiento básico, desde la perspectiva de la mitigación, son cruciales en los tiempos del cambio climático y el modelo de privatización actual con carteles de contratación que son a su vez, dueños de poder y de la política, y de la opinión en algunos medios de comunicación, no sirve.
Quien va a pagar por los nuevos acueductos que de regiones cada vez más lejanas deben llevar el agua a las poblaciones? Quien va a pagar por la reubicación de poblaciones afectadas por el alto riesgo, sea por excesos de agua o por su carencia? Quien va a pagar por superar los rellenos sanitarios productores de gas metano, y transitar hacia el reciclaje? Si dejáramos esta respuesta a los amigos empresarios del vicepresidente, estos dirían que toda la inversión debería ser pagada por las tarifas de los usuarios.

Es decir los pobres, la mayoría de la población colombiana carente de agua potable y saneamiento básico de calidad, que perderían por falta de pago los escasos servicios que hoy reciben.
O tendría que pagar el Estado y garantizar que sus inversiones no se trasladaran en su financiación a los más pobres de la sociedad: el mínimo vital bogotano extendido a toda Colombia; pero entonces para qué empresarios privados concesionarios viviendo de la renta en los servicios que garantizan el derecho esencial al agua y al saneamiento básico?

Como se entiende, ante el compromiso de Colombia frente a la Humanidad de disminuir gases efecto invernadero, que se le haga pagar a todos los usuarios del aseo de Colombia un servicio que lo único que hace es transportar residuos para ser enterrados en rellenos que se convierten en bolsas de metano, uno de los peores gases efecto invernadero, 21 veces más poderoso que el CO2 en calentar el planeta?
Pagamos para que nos envenenen y nos maten? Solo porque esos empresarios del aseo son los amigos de Uribe, de Pastrana y de Vargas Lleras?
De quien es el error señores de la revista Semana?